El protagonista del ciclo de entrevistas de Barcelona centre de Disseny de este mes es Salvi Plaja, director de Diseño y Sostenibilidad de SIMON. Con Plaja hemos hablado de la importancia de implementar el diseño en la fabricación, la forma en la que SIMON afronta el reto de la sostenibilidad y el papel del diseño en este, así como de su recién inaugurado espacio en Madrid, la Casa de la Luz.

- Normalizar el diseño en la industria es todavía un gran reto en Cataluña. Muchas empresas ven el diseño como un gasto en lugar de una inversión. SIMON es un ejemplo a seguir por cómo integra el diseño de forma estratégica. ¿Cómo crees que podemos impulsar más el diseño en la industria catalana?

Sin lugar a dudas, es necesario integrar el diseño dentro de nuestras empresas lo antes posible. El diseño y, por tanto, los diseñadores aportan creatividad, humanismo y visión de futuro, que son competencias poco habituales en las empresas. Externalizar el diseño suele significar reducirlo a diseño de producto o de servicio principalmente por motivos estéticos, pero el gran potencial del diseño es poder transmitir su forma de hacer a otros departamentos como el de I+D, Marketing, Ventas y Dirección.

Y si a esto le sumamos los grandes retos de futuro de la industria como son la diferenciación, la sostenibilidad y la diversidad, el diseño es imprescindible para liderarlos. Las industrias siempre han velado por la eficiencia, mientras que el diseño lo ha hecho por la diferencia; producir la diferencia de forma eficiente es, pues, la clave del éxito.

- La sostenibilidad es una creciente demanda de la sociedad. ¿De qué forma se está afrontando este reto desde SIMON?

En SIMON, como empresa familiar e industrial, nos sentimos responsables de un legado, por lo que siempre hemos entendido la sostenibilidad de una manera muy natural como sostenibilidad económica, social y medioambiental. Sin embargo, durante los últimos años, en SIMON la sostenibilidad medioambiental ha adquirido un carácter prioritario y de urgencia, no solo por ser nosotros sostenibles, sino también para ayudar a que nuestros clientes también lo sean. Pero este camino hacia un mundo mejor no es fácil ni obvio y se necesitan grandes dosis de creatividad, innovación y colaboración, aspectos donde el diseño tiene un papel muy importante. Un ejemplo de ello es la última serie de enchufes e interruptores S270, con certificado C2C y con un embalaje sin plásticos, que permiten a las personas gestionar el consumo de energía en casa.

- En SIMON disponéis de soluciones vanguardistas en temas tecnológicos. ¿De qué manera crees que el diseño puede ayudar a proveer de mayor durabilidad estos sistemas que, por norma general, tienen unos ciclos de innovación breves? (diseño para la reparabilidad, diseño para el desmontaje, diseño para el reciclaje, diseños modulares…)

En SIMON nos gusta mucho hablar de “actualizar”. Actualizar implica mantener lo bueno y aportar novedades que dan más valor al sistema. Por naturaleza, nuestros productos forman siempre parte de un sistema: el alumbrado de una casa, el sistema de carga de un vehículo eléctrico, etc.; como parte de un sistema, siempre los diseñamos para que sean recambiables y, ahora que la tecnología lo permite, actualizables sin cambiar la instalación existente. Un ejemplo claro son todos nuestros dispositivos IoT, que nos permiten digitalizar una habitación sin hacer ninguna obra ni cambio en la instalación eléctrica.

Además, este concepto de actualización no solo lo aplicamos al producto físico, sino que también lo aplicamos al producto digital, a los stands de feria o a nuestros showrooms, de donde partimos de una arquitectura existente que actualizamos para dotarla de todas las funciones que necesitemos.

- Acabáis de abrir un nuevo espacio en Madrid, La Casa de la Luz, un espacio que incluye las oficinas comerciales y una exposición de vuestros productos, que definís como el proyecto que marca la pauta de la visión de futuro de SIMON, y que os coloca a la vanguardia de todo lo relacionado con la cultura de la luz, tanto desde el ámbito tecnológico como industrial, conceptual y emocional. ¿Qué deseáis transmitir con este nuevo concepto de espacio?

Desde nuestros orígenes, SIMON ha traído la luz a casa de las personas. Nuestro fundador, Arturo SIMON, inició el negocio a principios de siglo realizando instalaciones eléctricas para llevar la luz y la gestión de esta a las casas de las personas. Por tanto, la luz es nuestra principal razón de ser.

La Casa de la Luz es un espacio donde mostramos, demostramos y ejemplificamos todos nuestros productos, pero el objetivo principal es el de fomentar a pie de calle la cultura de la luz.

Por un lado, en la Casa de la Luz la gente podrá disfrutar de la interacción entre la luz, el espacio, las interfaces y las personas de una forma muy práctica y comprensible, y podrá descubrir que la luz no solo sirve para ver, sino que también sirve para crear espacios, generar emociones o simplemente decorar.

Por otra parte, la Casa de la Luz también pretende ser un espacio dinámico donde pasen muchas cosas y se puedan ver productos que todavía no hemos lanzado al mercado.

- ¿Replicaréis este mismo modelo en vuestras oficinas de Barcelona?

La Casa de la Luz es en cierto modo una actualización del Espai 100 que teníamos en Poble Nou, donde ahora estamos construyendo las nuevas oficinas. Estas serán la actualización de una antigua fábrica de SIMON que se convertirá en la nueva sede corporativa de la empresa. El nuevo edificio busca ser un referente mundial en lo que a cultura de la luz se refiere.